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LAVER CUP: TENIS MÁS ALLÁ DE LA ATP

LAVER CUP: TENIS MÁS ALLÁ DE LA ATP

La Laver Cup o la nueva revolución en el mundo del tenis

El tenis es sin ninguna duda uno de las disciplinas más seguidas del panorama deportivo mundial. Desde hace décadas, los tenistas están entre los profesionales más admirados del planeta y su repercusión mediática es formidable, siendo conocidos en los rincones más insospechados. Es por lo tanto un hecho que Roger Federer, Rafa Nadal, Thomas Berdych o John Isner son estrellas en todos los sentidos y verlos a todos en la Laver Cup fue un acontecimiento sin precedentes, y no sólo en lo estrictamente deportivo.

Pero, ¿qué es la Laver Cup? Seguramente muchos de los lectores de este blog no habían oído hablar de ella, bien por su juventud (la primera edición se celebró en septiembre de 2017 en Praga, República Checa), bien por la gran cantidad de partidos de tenis que se juegan anualmente. Ello no quita para que ya se considere a esta competición (aunque es importante destacarlo, fuera del circuito ATP) como una nueva realidad dentro del mundo de la raqueta, que podría marcar un punto de inflexión para el futuro.

Roger Federer y Team 8 (la agencia de representación que dirige Tony Godsick, su representante) junto a las federaciones australiana e estadounidense son los impulsores y principales promotores de un torneo cuyas reglas son las siguientes: seis tenistas europeos y seis del resto del mundo se miden entre sí con un formato que se celebra en tres días en los que se juegan, en cada jornada, cuatro partidos, tres individuales y uno en parejas. El partido es a dos sets (con un super tie break a diez puntos en caso de empate en el último) y cada uno se puntúa por días: los partidos del primer día valen un punto, los del segundo dos y los del tercer y último día tres. Un total de 24 puntos, resultando campeón el que primero consiga trece. Cada jugador podrá participar en dos partidos individuales como máximo, y en caso de empate al final de los 12 partidos el título se decidirá en un set de dobles.

Un formato más ágil que la de los torneos ATP, y en el cual se puede ver a tenistas de alto perfil compartiendo lado de la pista (véase la que ya podemos considera legendaria pareja firmada por Federer y Nadal), algo impensable en un partido “normal”. Y es que como no podía ser de otra manera todos los que participan en la Laver Cup lo hacen para ganar, tal y como se demostró en el gran nivel de competitividad de todos y cada uno de los partidos.

Otro de los alicientes que animan a los tenistas a participar en la Laver Cup, además del prestigio, son las cantidades que cada uno de los jugadores percibe por formar parte del torneo. Según el New York Times, 250.000 euros para cada ganador, aparte de la cuota fija recibida en función del ranking (de la cual no han trascendido los datos). Es ciertamente una cantidad mucho mayor que los por ejemplo 85.945 euros que recibió Peter Gojowczyk por los siete partidos en el torneo de Metz. Y teniendo en cuenta que Thiem sólo jugó un partido pero estaba en el equipo ganador…

La primera edición ya ha servido para que grandes marcas busquen asociarse con la Laver Cup. Así, Rolex es Founding Partner y Nike, JP Morgan o Moët Chandon también figuran como sponsors. Obviamente también ha sido un éxito de público y el O2 Arena de Praga registró un lleno absoluto cada uno de los tres días que duró la competición. Su continuidad en el tiempo está de momento asegurada y Chicago ha sido la ciudad seleccionada para albergar el torneo en 2018 (elegida de entre otras muchas localidades en EE.UU), señal inequívoca de que se ha creado para que tenga una influencia cada vez mayor dentro del circuito internacional. Por el momento hay confirmadas tres ediciones, hasta el parón obligado por la celebración en 2020 de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Como curiosidad, ha sido el primer torneo disputado en una pista de color negro (indoor) y fueron más de 83.000 las personas que estuvieron en las instalaciones de Praga a lo largo de los tres días que duró la competición.

Y por si alguien se lo preguntaba, ganó Europa.