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NOS HACE MEJORES

NOS HACE MEJORES

Antes del merecido descanso veraniego, nuestro CEO Raúl Respaldiza reflexiona acerca de los motivos por los cuales la Pilgrim es diferente a cualquier otro proyecto.

En ZERTIOR tenemos la suerte de liderar y participar en muchos proyectos cada año. Entre ellos los hay de todo tipo. En todos, damos lo mejor de nosotros mismos y todos, de un modo otro, dejan también algo en nosotros.

Pero hay uno que tiene una particularidad especial. No es seguro el más grande. Ni el más rentable. Tampoco el más mediático. Pero es diferente a cualquier otro. Sencillamente porque logra en nosotros algo tan rápido de decir como difícil de lograr: nos hace mejores.

Es un proyecto que a mí personalmente me emociona cada año. No parto de la ventaja de ser un apasionado de la “mountain bike”, así que no busquéis la emoción por allí. Al contrario, viene de la observación más objetiva de lo que encuentro a mi alrededor cada vez que nuestra Pilgrim Race se pone en marcha. Porque lo que veo me gusta.

Me gusta ver la ilusión con la que nuestros participantes llegan al Hotel Ilunion (ya sabéis, un hotel “con todos incluidos”) procedentes de todos los rincones de España y del mundo. Pero, sobre todo, como cada uno de ellos deja enseguida de ser un desconocido para convertirse en un miembro más de la “familia Pilgrim”. Compañerismo, solidaridad, esfuerzo, equipo,… No son tópicos, sino valores que cada minuto están presentes a lo largo de ese incomparable recorrido que une Madrid y Santiago de Compostela.

Me gusta -disculpad que mire ahora por un momento hacia dentro-, me impresiona, ver cómo todo nuestro equipo (organización general, campamentos, marcaje, avituallamientos, asistencia, etc.), se deja la vida durante dos semanas para que la experiencia de cada participante sea inolvidable. Es un esfuerzo brutal que a veces pasa desapercibido. Os aseguro que no para mí. Yo no sería capaz de hacer ni la décima parte de lo que ellos hacen. Todo el mérito es de ellos. Los admiro. Me hacen sentir orgulloso de comprobar lo que ZERTIOR es capaz de hacer.

Me gusta, también, ver ese equipo íntegramente formado por mujeres, gracias al apoyo permanente del programa Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes, y comprobar cómo también la Pilgrim pone su granito de arena para reivindicar la importancia de la incorporación de la mujer al deporte. Cada vez son más las que se unen a nosotros.

Pero, por encima de todo, me gusta, me conmueve, ver como la Pilgrim Race se ha convertido en un camino de experiencias y una plataforma de comunicación protagonizados por la gente buena. Por la buena gente. Por la mejor gente que me he encontrado en cualquier proyecto de los que he participado. Desde nuestra primera edición, allá por 2017: el equipo “Somos Héroes” de Ilunion; el equipo de Tressis y la Fundación Alapar; el de “Freno al Ictus”; el de Isabelados y de “Cris contra el cáncer”; el ejemplo de Eva y su lucha por Nacho; o el de Álex Roca, en un tándem en el que parecía que pedaleábamos todos… Todos ellos -a través de su testimonio, su fuerza, su convencimiento de que los límites sólo son los que uno se quiera poner-  han dejado una huella en nosotros, organización y participantes. Verles, conocerles, admirarles, sencillamente nos ha hecho mejores personas.

Este año han sido Alfredo y su hija OLIVIA -en mayúsculas, como no puede ser de otro modo- quienes de un modo especial nos han hecho mejores, con “El motor de tus pasos” y su pelea incansable por tratar de que la enfermedad de Charcot Marie Tooth pueda tener cura algún día. Ellos y su equipo nos han emocionado cada día al cruzar juntos la meta. Gracias, de verdad, por vuestro ejemplo.

Si alguien dudaba de que la Pilgrim Race fuera a continuar, se equivocaba. Cuando lanzamos la primera edición, ya dijimos que vinimos para quedarnos. Aunque sí confieso que lo que nunca pude imaginarme es que esta prueba iba a convertirse en una fuente de inspiración para todos.

Será lo que tienen la “bici” y el Camino…