El público ya ha regresado (a algunos) recintos del deporte español, y ya falta un poco menos para volver a la normalidad. Pero, ¿será igual que antes?
MAYO | TAGS: FUTBOL, estadios
30% de aforo, un máximo de 5.000 personas, y solo en aquellas regiones en las que la incidencia acumulada esté por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes. De esta forma, llena de cautela, se ha producido el regreso de los aficionados a los recintos deportivos en España. Mejor dicho, a los que albergan fútbol y baloncesto profesional, porque, en categorías amateur y otras disciplinas, el público ya hacía tiempo que poblaba las gradas.
Sea como fuere, podríamos considerarlo casi un hecho histórico. Han pasado catorce meses, desde aquel Betis- Real Madrid del 8 de marzo de 2020, en los que las butacas de estadios y pabellones españoles cambiaron el bullicio y la emoción por el silencio más absoluto, solo roto por los gritos de los deportistas cuando, en mayo del año pasado, regresaron las competiciones con los espectadores resignados a seguir a su equipo del alma únicamente por televisión.
Una situación desconocida hasta la fecha, que ha llevado a una dura crisis en el mundo del fútbol en particular y del deporte en general, cuyos efectos a medio y largo plazo aún están por cuantificar. Podemos hacernos, sin embargo, una aproximación, si atendemos al informe realizado por la consultora PwC en colaboración con LaLiga, sobre el impacto de la pandemia en el fútbol español. Según este estudio, el golpe para los clubes de nuestro país ha sido, durante el periodo de pandemia, de 2.013 millones de euros: 366 millones de la temporada 2019-2020 y 1.647 millones de la 2020-2021. Una cantidad obtenida sumando las pérdidas en las cuatro partidas principales de ingreso de los clubes: 848 millones por el día de partido, 146 por derechos de retransmisión, 221 por comercialización, 727 por ingresos en traspasos de jugadores y 71 millones por publicidad.
La gente quiere volver a los estadios
Lo más duro, sin embargo, parece estar quedando atrás. La tenue, pero clave reapertura (replicada en casi todas las competiciones europeas, incluidas la final de la Champions League o la Eurocopa de fútbol), significa que el público pueda retornar a las gradas y vibrar de nuevo con el deporte en directo. Sin embargo, hay una pregunta que sigue en el aire, después de meses de incertidumbre y noticias terroríficas por televisión: ¿querrán volver? La mayoría de protagonistas del sector lo tienen claro: sí.
El CEO de Zertior, Raúl Respaldiza, lo tiene muy claro: “Preguntarse si la gente va a querer volver a los estadios es como preguntarse si la gente va a querer volver a viajar. Ahora bien, que nadie se relaje, porque es ahora, más que nunca, cuando el nivel de servicio y la experiencia de partido deben ser determinantes en la propuesta de valor de los clubes y propiedades a sus aficionados”.
“La gente quiere volver a los estadios. De hecho, el Mutua Madrid Open de tenis, que ha sido el primer gran evento deportivo en Madrid de estas características, ha tenido sold out. Y si hubiéramos sacado más entradas, más habríamos vendido”. Así de rotundo se expresa Ángel Méndez, Business Development Manager en la ticketera Onebox y con muchos años de experiencia en el sector.
“Es una incógnita, es verdad, pero por lo que estamos viendo, la gente está yendo a los estadios de 2ªB, a los partidos de fútbol femenino… también al teatro”, señala Méndez. Sin embargo, todos estos antecedentes positivos no dejan de esconder una “gran incoherencia”. Tal y como nos recuerda, “ni en el fútbol ni en la ACB hay público. Pero, en cambio, en 2ªB, otras competiciones como el baloncesto femenino… sí lo tienen. El Celta de Vigo, por ejemplo, no puede meter público, pero el Deportivo de la Coruña tiene cada fin de semana 7.000 espectadores en Riazor. O en Valencia, donde el equipo masculino de baloncesto de la ciudad debe jugar sin público, pero el femenino, ese mismo día, tiene autorización”.
En cualquier caso, para Méndez es una magnífica noticia esta reapertura, algo para lo que en Onebox llevaban preparados desde hace tiempo. “Nosotros llevábamos trabajando y hablando con los clubes de manera regular, porque cada poco se marcaban fechas de regreso”. Un periodo en el que, reconoce, hubo mucha “incertidumbre”, si bien ello no afectó para que los deberes estuvieran hechos en caso de que el anuncio, como de hecho así ha sido, llegara la noche a la mañana: “Lo que siempre hemos tenido definido es el protocolo que se iba a seguir”, apunta.
Una opinión, la de las ganas del público de volver al estadio, compartida por Daniel Prat, Ticketing and Hospitality Manager del Real Valladolid CF. Bajo su punto de vista, “la esencia del deporte es la emoción que genera, y ésta tiene un sabor distinto cuando se comparte con otras personas. Y el estadio es el punto de origen de todo esto”. Sin embargo, aunque las ganas por volver parezcan indiscutibles, sí que debe tenerse en cuenta que, al menos durante un tiempo, las cosas no serán como antes.
La «nueva normalidad» de los recintos deportivos
“La experiencia del espectador en el estadio cambiará”, apunta Prat. Y es que, más allá de que no veamos llenos “hasta la bandera”, entra en juego también el concepto de seguridad, algo imprescindible a la hora de diseñar esta vuelta a la normalidad deportiva. “En este contexto son vitales dos detalles: que las entidades deportivas podamos construir operacionalmente experiencias seguras y, además, saber comunicar para que los aficionados se sientan seguros”.
No considera necesario, al menos de momento, llevar a cabo reformas drásticas en los recintos para abordar este nuevo paradigma. Según sus palabras, esto lo marcarían dos circunstancias. En primer lugar, “lo que diga la normativa, que no creo llegue hasta el punto de pedir trabajos en este sentido”. Y a continuación está el público, ya que “tendremos que adaptarnos a lo que demanden. Si alguna entidad decide que alguna infraestructura mejorará su experiencia, pues quizá lo haga. Pero se irá evaluando y, todas las decisiones que se tomen, se harán pensando en el aficionado”.
El aficionado, esa figura sin la que el deporte pierde todo sentido. Así nos lo hace ver Prat, quien, ante la pregunta de si es rentable abrir los estadios para meter a porcentajes muy restringidos de espectadores nos contesta que “en general, si calculas los costes operativos menos el ingreso que te va a dar el acceso de aficionados, puede que, en algún caso, el resultado sea negativo. Pero, lo que significa el regreso del público a los estadios, tiene una trascendencia que va mucho más allá de eso. El aficionado es la base y epicentro de cualquier modelo de negocio, y ha estado desconectado de su club durante todo este tiempo, viéndolo desde casa. Y el valor que tiene reconectar con él, que vuelva a vivirlo desde el estadio, tiene mucho más valor que esa diferencia. Por eso el regreso del público a los estadios es tan importante: porque se vuelve a mover ese círculo que convierte a los clubes de fútbol en particular y las entidades deportivas en general en unos entes tan potentes”.
El abonado, la prioridad
Tal y como veíamos al principio, el Gobierno ha establecido una serie de “mínimos” para que los estadios se llenen de nuevo de vida. Sin embargo, los protocolos de los clubes no serán los mismos en aspectos de gran relevancia, como es el hecho de quién tiene preferencia a la hora de acceder al estadio.
“Algunos clubes con los que trabajamos tienen claro que, cuando haya porcentajes de aforo, se irá directamente a los socios abonados. La venta de entradas se dirigirá a ellos, y no al público general”, señala Ángel Méndez acerca de esta cuestión. Es lógico por tanto que, aquellas personas que, durante años, incluido este periodo de pandemia, hayan guardado fidelidad al club, tengan preferencia a la hora de ser los primeros en aplaudir de nuevo a sus “héroes” deportivos. Figuras, las de los socios, que han estado apoyando al equipo también en estas circunstancias. “La mayoría lo que ha hecho ha sido no renovar el abono, pero sí mantener la condición de abonado”.
La tecnología, al rescate de la seguridad
Lo que sí ha sido común es la obligatoriedad de establecer distancias de seguridad entre los aficionados, algo que también ha cambiado el panorama de ventas y aforos. Sobre este punto, Méndez nos cuenta que, dependiendo del estadio, esa distancia “será de una butaca, dos, tres… También habrá que ver la distancia con el de delante”. Un hándicap añadido a la hora de reconfigurar este retorno, que contará, sin embargo, con los aliados digitales.
Uno de ellos es Social Distance Editor, una herramienta que, según nos cuenta Francis Casado, cofundador y Head of Business Development de 3D Digital Venue, empresa desarrolladora, “será de gran ayuda a los clubes para que hagan sus simulaciones y tomen sus decisiones, con nuestra digitalización de recintos”.
Para quienes aún desconozcan este tipo de soluciones, y tal y como nos cuenta Casado, Social Distance Editor “es una herramienta web que cualquier club puede contratar y que, con el mapa de simulación de su recinto deportivo, pueden configurar y simular cómo este podría recibir aficionados ajustando los parámetros: según la distancia de seguridad, el tamaño los grupos, el porcentaje de aforos… Puedes definir todo eso y realizar un cálculo de la distancia social para que toda esa gente respete lo definido”.
En una situación tan voluble como la que estamos viviendo, en la que los cambios de escenario están a la orden del día (en EE.UU. estamos viendo que la gente vacunada puede ocupar gradas sin necesidad de distancia social, pero, los que no lo estén, tendrán que seguir respetándola), contar con un soporte de este tipo puede ahorrar muchas horas de trabajo a los clubes. “Las restricciones irán cambiando, y tener una herramienta que dinámicamente calcule esto es muy necesario porque los clubes hasta ahora lo hacen a mano. Algo que, en recintos grandes, puede llevar hasta 3 o 4 días”.
Un software que, además, sirve para resolver otras problemáticas que se presentan hoy en día a los clubes como “la colocación de los abonados, así como la salida y entrada de los mismos, ya que no se pueden crear aglomeraciones. Y con esta herramienta se puede simular como en un avión, dónde se sienta cada grupo y cuándo entra”.
Pero, ¿qué pasará cuando las aguas vuelvan a su cauce y los estadios recuperen todo su “esplendor”? También en este caso, estas herramientas jugarán un papel importante. “Social Distance Editor es también un potente gestor de aforo, que permite configurar un recinto para eventos concretos. Los partidos de Liga, Copa o Champions tienen aforos distintos, y con ella puedes bloquear y desbloquear espacios prácticamente en tiempo real, de una manera visual y directa, teniendo, en pocos minutos, el recinto configurado y conectarlo con la plataforma de venta de entradas de manera dinámica”, concluye Casado.
El principio del fin de la pesadilla ya está asomando y, a su vez, para las entidades deportivas. No contar con el aliento del público durante más de un año ha sido una experiencia muy complicada para todos los actores del sector, pero el parón, seguro, no ha hecho mella. Y volveremos a las gradas, con más ganas que nunca.
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