

UN COMPROMISO DESDE EL CORAZÓN
Nuestro CEO Raúl Respaldiza nos habla de la gran relación de Zertior (y la suya propia) con GAES y la familia Gassó
Con demasiada frecuencia estamos tan metidos en nuestro trabajo diario que dejamos de ser conscientes de las cosas que de verdad merecen la pena. El pasado jueves fue de esos días en los que me sentí especialmente bien. En Zertior llevamos trabajando con GAES desde el año 2015. La verdad, mucho menos tiempo del que siempre pienso. Seguramente por la intensidad de una relación, que empezó -y continúa- por el deporte para transportarnos a la música, en un viaje en el que aún estamos inmersos.
Siempre he admirado a la familia Gassó por haber convertido GAES en una empresa líder, referente en su sector. Sin embargo, en ningún momento era consciente de todo el bien que GAES viene haciendo a los más desfavorecidos de nuestra sociedad desde hace muchos años. Me di cuenta el jueves en el Teatro Real de Madrid, día en que GAES presentó en sociedad su Fundación -la Fundación GAES Solidaria-, el vehículo a través del cual la compañía canaliza desde ya su enorme labor social.
El jueves pude sentir la fuerza de una marca, que siempre ha querido llegar del oído al corazón. Impresionantes los proyectos de ayuda que GAES ha liderado en distintos países del mundo, al igual que los testimonios de los voluntarios -empleados todos de la compañía- a quien su participación desinteresada en dichos proyectos les ha hecho mejores personas. Todos orgullosos de pertenecer a una empresa como GAES. Como orgullosos estaban también los representantes de la Fundación Vicente Ferrer y de Ayuda en Acción, dos de las ONGs con las que GAES viene colaborando activamente en los últimos años. Impactantes también los testimonios de algunos de los ganadores de las Becas “Persigue tus sueños”, que han encontrado en ellas un vehículo maravilloso para proyectar sus sueños y su solidaridad. Inicialmente eran “sólo” sueños en el deporte. Ahora también, en la música, territorio que está en el ADN de la marca.
Feliz también de que dos buenos amigos, Emilio Butragueño y Pablo Sáinz-Villegas, quisieran también acompañar a GAES en este día tan importante.

El primero, con su presencia y su testimonio, desafiando a la complicada agenda de esa tarde. El segundo, con la fuerza y el alma de su guitarra. Hasta el corazón corpóreo que presidía el evento se encogió cuando Pablo estaba interpretando “Recuerdos de La Alhambra”. Nada de extrañar.
El jueves me sentí bien. Porque nunca pensé que colaborar con GAES pudiera tener también este maravilloso retorno.
Gracias, querida María José, por hacerlo posible.
Me despido con una buena foto tras el evento. La de esas cervezas de amigos, que tan importantes son también en la vida.