FÚTBOL TV

El fútbol televisado va a dejar de ser muy pronto tal y como lo conocemos. Tanto, que igual no es ni en televisión

Hace ya muchos años que el fútbol ha dejado de ser un mero deporte para convertirse en uno de los fenómenos globales con mayor capacidad de movilización en todos los sentidos, desde masas… hasta capitales. Los derechos televisivos de las grandes ligas europeas se cotizan a precio de oro y ningún player quiere dejar escapar oportunidad de ligar su nombre y oferta a un club o una competición futbolística.

Ello incluye, como no podía ser de otra manera, a plataformas que en los últimos tiempos están explorando nuevas áreas de inversión y desarrollo, en principio alejadas de su target inicial, pero que con la diversificación actual de contenidos se antoja como un paso casi natural. Hablamos por supuesto de Facebook, Amazon o Netflix.

Sin embargo, empezamos por lo último que ha salido a la luz, y que tiene que ver con Pixar y el Fútbol Club Barcelona. La firma de animación, propiedad de Walt Disney y creadora de películas como Toy Story, estaría negociando con los catalanes la realización de una película sobre el club. Pero no que se refiera a su historia o a la manera de jugar, sino un largometraje en el que los blaugrana sean los protagonistas.

Esto, como apuntamos, es solo la noticia más reciente que nos enseña que estamos ante un cambio de tendencia a la hora de consumir fútbol. Ya nos hemos acostumbrado a tener que pagar por ver casi cualquier partido, y dentro de muy poco es probable que sean empresas aparentemente alejadas de este negocio las que nos lo ofrezcan.

Sirva como ejemplo que a finales de 2017 Amazon y Facebook dejaron ver que estarían interesadas en acudir a la subasta organizada por la Liga de Fútbol Profesional española para emitir los partidos a partir de la temporada 2019/2020. Ello, unido a la reciente compra de Mediapro por el fondo chino Orient Honati Capital, ha generado entre otros efectos colaterales que empresas más “tradicionales” como Movistar estén pensando en retirarse de la puja de los derechos por la emisión del fútbol.

En cualquier caso, a día de hoy parece más un posicionamiento digno de una partida de ajedrez, ya que también se hablaba que los dos gigantes pujarían por los derechos de la Premier League y al final ninguno de los dos ha licitado (si bien aún quedan disponibles dos lotes de veinte partidos y la cifra pagada por BT Telecom y Sky, los ganadores de la subasta, han pagado un 13% menos que lo abonado en el anterior concurso).

Este nuevo panorama parece inevitable y la entrada en el fútbol en el viejo continente de estos nuevos protagonistas se producirá antes o después, ya que Amazon y Facebook han desembarcado en la Major League Soccer ofreciendo 22 partidos de la competición, la compañía fundada por Mark Zuckerberg difunde la Champions League europea a sus clientes de EE.UU., y Amazon ya está trabajando con el Manchester City para emitir un documental sobre el club citizen.

Este tipo de acciones, igual que vimos más arriba con el caso del FC Barcelona, es más común de lo que parece y hay varios clubes como Olympique de Marseille, Paris Saint Germain o Arsenal que podrían estar negociando propuestas similares con diversas plataformas, y otros casos como el de la Juventus con Netflix que ya son inminentes. El club turinés estrenará el 16 de Febrero a nivel mundial los primeros tres episodios de First Team: Juventus FC, la serie documental original de la distribuidora de contenido audiovisual, en la que se muestra el día a día de los jugadores y de la entidad bianconera.

En otras modalidades deportivas como el fútbol americano (Amazon emite todos los jueves un partido en streaming de la NFL), el béisbol o el críquet (Facebook ha comprado recientemente los derechos de la liga de la India de este deporte por 450 millones de euros) la presencia de estos “monstruos” es una realidad. Por lo que en muy poco tiempo ya no solo compraremos una alfombrilla de ratón o le daremos un like a la foto de un familiar, también veremos el partido de nuestro equipo favorito.