El colapso de la industria de la criptomoneda ha dejado a muchos clubes europeos de fútbol sin una importante fuente de ingresos. Analizamos el futuro de los patrocinios con un vistazo a la liga mexicana
Año 2018, poco antes de la pandemia. La industria del
fútbol en España y en Europa empieza a dar señales de alarma en cuanto a
inversión de las marcas, pero, de momento, no hay una alerta roja porque las compañías
de juego online invierten, con generosidad, en 19 de los 20 equipos de Primera
División.
Pero al final de la temporada 2019/20 todo cambia y un reglamento impulsado por el Gobierno español, parecido al de otros países del entorno continental, prohíbe lucir el logotipo comercial de casas de apuestas en las equipaciones y los estadios, dando portazo a una inyección económica que, en algunos casos, suponía hasta el 40% de los patrocinios de determinados equipos.
Sin embargo, los clubes capearon el temporal, recurrieron a la imaginación para atraer nuevos fondos y, unos meses después aparecen, como maná caído del cielo, las empresas de criptomonedas y tecnología relacionada, con suculentos contratos de muchos ceros y varios años de duración, capaces de cubrir el de más de un 50% que pagaba el juego por aparecer en la camiseta de equipos medios y pequeños.
De nuevo, muchos clubes desde Portugal hasta Polonia se sube a esta ola y firma acuerdos de sponsorización con estas entidades, que parece van a marcar el destino del mundo. Real Sociedad, Valencia CF, Atlético de Madrid, Inter de Milán en Italia, Crystal Palace en la Premier… Todos “tienen cryptos” en sus camisetas. Pero llega un nuevo colapso, esta vez por por implosión del sector y, de nuevo, hay que salir de nuevo al mercado para buscar patrocinadores.
Porque el roto ha sido importante. Según un estudio de la publicación especializada 2PlayBook, se deben setenta millones de euros de la cancelación anticipada de contratos con plataformas digitales como Cazoo y Whalefin, y de los impagos de criptos como BitCi, todos ellos ya provisionados en las cuentas de los clubes.
Pero ojo, muchos de estos acuerdos estaban, como decimos, pensados a medio y largo plazo, por lo que realmente el dinero comprometido que se ha esfumado superaría, según 2PlayBook, los 200 millones de euros. La lluvia de millones que prometían los tokens y los NFTs y, posteriormente, las nuevas plataformas digitales que buscaban una rápida expansión, ya no está.
Uno de los casos más paradigmáticos es el del Atlético de Madrid, que firmó un contrato con Whalefin de cinco años a razón de 42 millones anuales, el triple que el anterior con Plus500… y solo se ha cumplido el primero. Pero los tentáculos se extienden, como decimos, a otros clubes y disciplinas. Cádiz CF, RCD Espanyol, Celta de Vigo, Baskonia de baloncesto o incluso Moto GP, viéndose obligados a demandar a la empresa con la que habían firmado, la turca BitCi, para pedir indemnizaciones.
Otro ejemplo en el que merece la pena detenerse es en el del Inter de Milán, uno de los casos más sonados. En 2021 firmó un acuerdo con Digitalbits como patrocinador principal, sustituyendo a la mítica Pirelli, que arrancaba en 2022-2023 con una duración de tres temporadas. Antes ya había estado presente en otras acciones. Y, otra vez, la debacle. La compañía no ha realizado ningún pago correspondiente a la temporada actual.
Pero también están, sin contabilizar, aquellos contratos que ni siquiera se llegaron a ejecutar, como los casos del Barça con Ownix y la Rfef con Huobi. Los blaugranas tuvieron que romper automáticamente el contrato después de que el fundador de la empresa, Moshe Hogeg, fuera detenido por fraude con criptomonedas, blanqueo de capitales y abusos sexuales.
Por su lado, La Federación no puedo activar su contrato con la plataforma asiática tras la advertencia de la Comisión Nacional de los Mercados y Valores de que no disponía de licencia para operar en España.
¿Dónde está la alternativa?
Dado que se trata de una situación que afecta principalmente al mercado europeo, nos vamos a fijar en una competición al otro lado del charco y que, por potencial del país que la alberga y seguimiento, podría compararse a las grandes competiciones del viejo continente, la Liga MX de México.
Sin embargo, allí arrancamos con un aspecto que es más que relevante, y es que sí está permitida la publicidad de las casas de apuestas. De hecho, de los 18 equipos que conforman la competición, en 17 de ellos aparece, en el frente de la camiseta (ya sea como primer o segundo patrocinador) una empresa de este tipo, principalmente Caliente, Betcris, Codere y PlayDoIt.
Tal y como sucedía en España y en Europa, son los que más
invierten en publicidad. De hecho, el patrocinio de una casa de apuesta en un
equipo de media tabla es superior al millón de euros anual, mientras que en un
equipo top puede estar por encima de los tres millones anuales.
Tal es la apuesta (nunca mejor dicho) del deporte mexicano por
este nicho de mercado que Caliente.mx, que es la casa de apuestas con mayor
presencia en los equipos de Primera División como patrocinador principal, con
cinco equipos, también es patrocinador oficial de la Selección Nacional de
México, de la Liga MX, y está presente en equipos de la Liga de Expansión MX, y
en otros deportes como el beisbol.
Tras ella aparece la industria cementera, la segunda con mayor presencia en el frente de la camiseta de los equipos de la Liga MX, figurando hasta en 4 equipos. Otras industrias, sectores o productos que están dentro de los patrocinadores principales y tienen presencia en el frente de la camiseta son telefonía móvil, componentes de automóviles, bollería, alimentos para mascotas y servicios de mensajería.
Aunque no sean patrocinadores principales, los productos
para construcción, supermercados o bebidas también aparecen de manera habitual
en las equipaciones.
Como curiosidad, la excepción al patrocinio de una casa de apuestas en México es Club Tigres de la U.A.N.L, y es, a su vez, el único equipo que tiene como patrocinador a una plataforma de criptomonedas, también con presencia en el frente de la camiseta.
En todo caso, vemos que se trata de, más allá de las casas
de apuestas, empresas muy vinculadas a la actividad del país. Un ejemplo que
nos puede dar una idea de por dónde irá el camino en Europa en un futuro no demasiado
lejano.
Porque, más allá de los grandes del continente como Real
Madrid, PSG, FC Barcelona, Manchester United…, en los que invierten empresas
globales por su condición de entidades casi supranacionales, la posibilidad más
factible es que en equipos con menos presencia fuera de sus fronteras regresen
aquellos patrocinios de finales del siglo pasado y principios del actual, muy
enfocados en áreas geográficas concretas.
Y, por supuesto, cada vez veremos más logos en las camisetas, al estilo mexicano.
Foto de Sébastien Chiron en Unsplash