La categoría reina del deporte automovilístico ha recuperado el foco mediático del que gozó hace unos años. Te contamos, de la mano de Antonio Mesquida, las razones
Los brotes verdes han vuelto a la Formula 1. Un color más apropiado que nunca, teniendo en cuenta que, al menos en España, la segunda edad de oro de este deporte llega con el desembarco en el bólido esmeralda creado por Aston Martin de una de las figuras más destacadas del automovilismo en las últimas décadas, Fernando Alonso.
Pero, obviamente, este renacimiento va mucho más allá de un único piloto. El final de la hegemonía Mercedes, unido a la irrupción de uno de los mayores talentos de la historia, Max Verstappen, volvió a encender una llama que parecía estar apagándose y que ha traído como consecuencia una facturación de 2.500 millones de euros en 2022, con una ganancia superior a los 530 millones de euros tras un 2021 que se cerró con pérdidas.
De hecho, los ingresos ordinarios de la F1 crecieron durante todo el año con aumentos en todas las líneas de negocio, incluidos por supuesto los derechos audiovisuales, la principal fuente de ingresos de la Fórmula 1 con un 36,4% del negocio total de la competición (unos 880 millones de euros). Pero, también, por el aumento de los cánones que pagan los circuitos por albergar los grandes premios.
En este sentido, el canon anual oscila entre los 19 millones
del GP de Mónaco, la que menos aporta a la competición a causa de su estatus y
su relación histórica con el organizador, y los 54 millones de dólares del GP
de Azerbaiyán, e l trazado que más contribuye al Mundial de Automovilismo para
asegurarse su presencia en el calendario.
Y, de cara a 2023, entra en juego un actor que aspira a convertirse en imprescindible en los próximos años, EE.UU., que por contará con tres circuitos en el calendario. En este sentido, y tal y como nos cuenta el agente oficial de Formula 1 Alberto Mesquida, el cambio de dueños, que son americanos, «ha supuesto una transformación radical, incluso en el modelo de negocio».
Mesquida recuerda que la elección de una ciudad para la celebración de un GP tiene que ver mucho con el promotor. «En el caso de Austin se celebró gracias a las buenas artes de Tavo Hellmund y en Miami ya se intentó en época de Bernie Ecclestone, pero, además de no ser el promotor adecuado, las ordenanzas respecto al ruido de la ciudad lo hicieron imposible», recuerda.
Ahora con un promotor y un planteamiento diferentes se han dado las circunstancias para celebrarlo, «y ha sido todo un éxito». Por otro lado, apunta a que en las Vegas ya hubo GP en los 80 y, sobre todo, hay que tener muy en cuenta que el promotor ahora es la propia F1. Eso ha puesto en alerta al resto de promotores y puede suponer un cambio en el modelo de negocio si Liberty va a hacia una integración vertical.
Mesquida considera que Liberty está tratando de crear afición en Estados Unidos y de los medios que están utilizando es la serie de Netflix “Race to Survive”, que cuenta con un 28% de audiencia en el país y que ha supuesto un verdadero fenómeno.
¿Hacia dónde se dirige la Fórmula 1?
En términos puramente geográficos, Mesquida nos cuenta que la expansión, que ya es efectiva en Norteamérica y Asia, no obedece a un plan estratégico, «sino que siempre va a depender de contratos que acaban y propuestas encima de la mesa».
Lo que sí parece claro, considera, es que los condicionantes de antes ahora no importan. «Por ejemplo, un Gran Premio en Madrid estaba supeditado a que no hubiera en Barcelona, y ese condicionante ha desaparecido», subraya.
Y luego está la otra variable, la del número de escuderías.
El pasado mes de febrero la Formula 1 anunciaba que se abría a un campeonato de
12 escuderías y 24 pilotos a partir de 2025. Eso sí, los propios equipos ya han
avisado que quieren imponer una cuota de entrada de 600 millones de dólares a
las estructuras que se quieran sumar al Mundial, el triple que en la actualidad.
Audi y Ford ya han anunciado que entrarán en el «gran
circo», el primero de ellos de la mano de Sauber en 2026 con la entrada en
vigor de la nueva reglamentación y tras finalizar su contrato con Alfa Romeo, y
Ford para suministrar los motores del equipo Red Bull también a partir de ese
año.
Por tanto, y pese al interés de los organizadores por ver a más competidores en pista, en principio no deberíamos albergar muchas esperanzas de una ampliación, más allá de estos nuevos fabricantes. Para ello “debería haber acuerdo del Consejo Mundial de la FIA”, apunta Mesquida aunque, eso sí deja una rendija para la esperanza recordando que “todo es posible en las circunstancias adecuadas, y con el pulmón financiero suficiente”.
¿Cómo 33?
Entradas agotadas en minutos para el Gran Premio de España. Los mejores resultados de audiencia en la historia de la televisión de pago para un Gran Premio de Formula 1. Webs de venta de merchandising colapsados por la demanda de camisetas y polos de Aston Martin. Y, para la historia, la pregunta de “¿Cómo 33?”, que se convirtió en el tema de modo más allá de Twitter y que os animamos a investigar para pasar un rato divertido.
El fenómeno de Fernando Alonso, quizá ante su última oportunidad
de ganar el ansiado tercer mundial, se ha vuelto a apoderar de la audiencia española
tal y como lo hizo en 2005.
Para comprender el por qué de esta nueva fiebre, Mesquida
apunta primero a que hay que entender el cambio de paradigma global, porque ya
no vemos la televisión como lo hacíamos. A su entender, los nuevos dueños lo
han captado a la perfección y por eso han apostado por las redes sociales,
además de la revolución que ha supuesto la mencionada serie de Netflix, que ha
generado una audiencia anual de 100 millones de personas.
Dicho esto, y hablando de España, «no cabe duda que el interés es directamente proporcional a Fernando Alonso», puntualiza.
No obstante, considera que el hecho de que Aston Martin esté
luchando en la cabeza es una buena noticia para todos, y que lo haga de la mano
de Fernando Alonso demuestra la inteligencia de ambas partes. La de la
escudería por apoyarse en un campeón del mundo, y por parte de Alonso por creer
en Aston Martin.
«Alonso es una figura muy mediática, siempre lo ha sido, y es una persona muy querida por el público en todo el mundo, como he podido comprobar en primera persona en multitud de ocasiones. En España es un ídolo», con todo lo que eso implica.
¿Cómo encaja la Formula 1 en el nuevo paradigma de descarbonización?
Por último, en este repaso por la “nueva Formula 1”, no
podíamos dejar de tocar un tema que es de especial relevancia para este deporte,
el proceso de descarbonización en el parque móvil mundial.
En este sentido, la F2 y la F3 marcan el camino a la Fórmula
1 y están usando combustibles sostenibles desde este año, hasta alcanzar el
100% en la temporada 2027. Esta iniciativa promovida por la F-2 y la F-3 marca
el camino a la Fórmula 1 que incorporará combustible 100%
sostenible en 2026 como parte de la nueva regulación de los motores.
Con las bases ya asentadas, Mesquida nos recuerda que es un
tema especialmente importante, que interesa principalmente a los
patrocinadores. Apunta a que, sabiendo que la sostenibilidad es importante para
todas las marcas, la Formula 1 está apostando en dos frentes.
Por un lado están trabajando en combustibles cada vez menos contaminantes y, por otro, sabiendo que el 72% de la contaminación que origina la F1 es por la logística, y no por las carreras, también se está trabajando en ese frente.
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