Analizamos las apuestas deportivas; una industria que, pese a su corto periodo de presencia en España, ya es uno de los sectores que más dinero genera
Su irrupción ha sido tan sigilosa y a la vez tan masiva que parece que siempre hemos convivido con ellas. Hablamos de las apuestas deportivas, un fenómeno que, pese a su corta trayectoria en España (el cambio legislativo para las apuestas online en nuestro país se hizo en el año 2006), ya se ha afianzado como uno de los sectores de mayor visibilidad dentro del deporte y más allá de este.
No hay más que encender la televisión, poner cualquier canal a cualquier hora, esperar a los cortes publicitarios y empezar a contar. Seguro que nos sale unos cuantos spot con una cara conocida argumentándonos la razón por la cual deberíamos bajarnos una aplicación al móvil y comenzar a ganar dinero sin apenas esfuerzo.
Este “bombardeo” se multiplica cuando se trata de un canal especializado en deportes o simplemente hay una retransmisión de un partido de fútbol, baloncesto, tenis… en un canal generalista. E incluso dentro de la retransmisión los presentadores nos recuerdan a cuánto se pagan las cuotas si tal jugador marca o si el resultado final es uno en concreto.
Si nos centramos en el fútbol, la disciplina a la que más se apuesta en España (un 72,3%, según el Anuario de Juego España 2018), vemos que pocos son los clubes que no aprovechan este tirón y todos ellos, ya sea como patrocinador principal luciendo en el frontal de la camiseta o simplemente como “casa de apuestas oficial”, tienen a una de estas empresas como fuente de ingresos. Tanto es así que de los 20 equipos que LaLiga, 19 tienen un patrocinador en este campo. Y alguna de ellas, como Bet365, lo hace con 10 equipos distintos. La única excepción es la Real Sociedad, cuyos socios decidieron, tras una consulta, rechazar este tipo de acuerdos para conseguir más ingresos económicos.
Este aumento sin precedentes de la presencia de un negocio que muchos ponen en entredicho ha hecho saltar las alarmas en el Gobierno de España, igual que ya ha sucedido en países como Francia, donde desde hace varios años no se permite el patrocinio de casas de apuestas o Italia, donde a partir de este 2019 dejarán de autorizarse estos contratos. Incluso en Gran Bretaña, la “cuna” de las apuestas, se han introducido restricciones, si bien éstas son mucho más livianas, optando sobre todo por limitar la publicidad durante las retransmisiones deportivas. Un escenario completamente opuesto al de Estados Unidos, donde se han legalizado las apuestas online y grandes competiciones como la NFL y la NBA han decidido aliarse con socios estratégicos en este sector.
En cualquier caso, desde el Gobierno de España ya han mostrado su intención de limitar la publicidad de este sector (a la espera de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado), estándose barajando la posible implantación de medidas tan restrictivas como las que actualmente afectan al alcohol o al tabaco.
El primer “globo sonda” en este sentido se ha lanzado en Aragón, donde por primera vez se ha incluido en un programa de gobierno la limitación de la publicidad de las casas de apuestas. Obviamente, ello ha generado inquietud entre las entidades deportivas que tienen acuerdos con casas de apuestas, en tanto en cuanto podrían ver cómo desaparece una de sus (actualmente) mayores fuentes de ingresos. En cualquier caso, no afectaría a los dos clubes de fútbol más importantes de Aragón, el Real Zaragoza y la SD Huesca, puesto que compiten en una competición estatal (igual que el Zaragoza, en ACB) pero sí a todos aquellos que estuvieran en categorías autonómicas. Ello pondría en serio riesgo su viabilidad económica, y más teniendo en cuenta que las multas que podrían elevarse hasta los 60.000 euros.
La cuestión, obviamente, parece mucho más ligada al aspecto ético que al económico ya que, como hemos visto al principio, es indudablemente rentable. De hecho, desde LaLiga ya se ha pedido prudencia al Gobierno dado que el patrocinio deportivo representa una de las principales vías de visibilidad del juego en España y mueve más de 600 millones de euros por temporada en el fútbol español y sólo en 2017 la inversión en publicidad y patrocinio de las casas de apuestas superaba los 103 millones de euros. Pero profundicemos más:
El último informe trimestral de la Dirección General de la Ordenación del Juego (DGOJ), correspondiente al tercer trimestre de 2018, destaca que el importe total dedicado a la participación en el juego en España o Margen Neto de Juego (GGR) asciende a más de 181 millones de euros, una cifra casi un 30% superior con respecto al mismo período de 2017. De esta cantidad, el 53,72% se ha dedicado de manera íntegra a las apuestas, sea cual sea la modalidad.
Un crecimiento que ha colocado a España como uno de los objetivos principales de las casas de apuestas de todo el mundo, visto el magnífico presente y las prometedoras perspectivas: Según el Barómetro de los Salones de Juego 2018 de la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR), el 69,7% de los empresarios del sector prevé abrir nuevos locales y el 63,3% de los mismos baraja ampliar las plantillas actuales.
Un aumento que, no en vano, podría ser de doble filo ya que la proliferación excesiva de este tipo de locales provocaría un exceso de oferta que el mercado muy probablemente no sería capaz de absorber.
Sea como fuere, sólo durante el primer trimestre de 2018 se registraron 803.568 usuarios nuevos, un 27,87% más respecto al año anterior, lo que implica una media mensual de 796.331 usuarios activos y 267.856 nuevos registros mensuales, siendo el 83% varones, con un perfil de bajo nivel de ingresos y estudios, con pareja y con algún tipo de problema personal.
Estos son los datos objetivos y cada cual sacará sus propias conclusiones. Lo que sí parece claro es que es un negocio que tiene visos de haber llegado para quedarse.