Nos sentamos con María Ángeles Osorio, directora ejecutiva de la Fundación Chile-España, para charlar sobre la FCE y los lazos que unen a ambos países
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En primer lugar, ¿quién es María Ángeles Osorio?
Soy abogada de formación, con un máster en Comunidades Europeas del Instituto Universitario de Administración y Dirección de Empresas (ICADE) y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Pero, aunque trabajé como ejerciente durante los primeros años tras terminar la carrera, pronto encaucé mis pasos hacia la docencia como profesora de Derecho Mercantil en la Universidad San Pablo CEU y las relaciones internacionales e institucionales en el ámbito empresarial y cultural. Primero fui directora de la Cámara de Comercio de Bélgica y Luxemburgo en España, después directora de Relaciones Institucionales de la Fundación San Pablo CEU, y directora de la Fundación Solventia, que lo compatibilice con la docencia.
Desde 2011 soy la directora ejecutiva de la Fundación Chile-España.
Desde su posición de directora ejecutiva de la Fundación Chile-España, ¿cómo definiría los objetivos de la misma?
La Fundación Chile-España (FCE) es una organización empresarial privada, que se constituyó en el año 2011 en Madrid, con el objetivo fundamental de incrementar el intercambio económico, cultural, académico-científico y social entre ambos países y promover la imagen de marca de Chile en España. Desde su creación, se están realizando un conjunto de actividades que permiten dar a conocer los sectores económicos que presenten oportunidades de inversión y negocio para las empresas españolas en el país andino, fomentar la cooperación e innovación tecnológica, así como difundir el arte y la cultura.
Para ello, la Fundación Chile-España cuenta en su Patronato con la participación de importantes grupos empresariales españoles y chilenos, que representan los sectores más relevantes de la actividad económica, que están comprometidas con la realización de proyectos que buscan promover las relaciones bilaterales y contribuir a un crecimiento sostenible.
Chile y España comparten infinidad de lazos comunes. ¿Cuáles son para usted los más importantes?
No cabe duda de que nuestros países comparten fuertes lazos de amistad y cooperación cultural y comercial que les unen estrechamente.
Una de las riquezas culturales que Chile y España deben seguir impulsando hacia el futuro es nuestro idioma común, que enriquece la lengua que compartimos con una obra literaria brillante en ambos países. Pero que, en el caso de Chile, no podemos olvidar, cuenta con dos premios Nobel, Pablo Neruda y Gabriela Mistral y tres premios Cervantes, Gonzalo Rojas, Jorge Edwards y Nicanor Parra, además de otros muchos poetas y novelistas muy destacados. Recientemente, la Real Academia de la Lengua ha celebrado los 70 años de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) con un solemne acto en el que ha destacado la importancia de la lengua que hablan más de 585 millones de personas en el planeta. Además, en el ámbito educacional, España es uno de los principales destinos para que los universitarios chilenos continúen sus estudios de posgrado.
Por otro lado, las relaciones comerciales son excelentes con una gran presencia de empresas españolas en el mercado chileno y con una balanza comercial que se ha incrementado sensiblemente en el último semestre del 2021 con respecto al 2020. Así, España incrementó más de un 33% sus exportaciones a Chile, con un valor de casi 800 millones de euros, y realizó importaciones de Chile por un valor superior a los 662 millones de euros, lo que supone un aumento interanual de más del 12%.
También es importante destacar que España y Chile están muy comprometidos con alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, con la transición energética y el cambio climático, como quedo confirmado cuando España acogió, bajo presidencia chilena, la COP-25 en Madrid.
Tampoco podemos dejar de mencionar nuestro vinculo histórico con la conmemoración del V Centenario de la primera Vuelta al Mundo, de Magallanes y Elcano. El paso de la expedición por el estrecho que hoy lleva su nombre en el sur de Chile ha dado lugar a la realización de un amplio programa de actividades como congresos, seminarios, exposiciones y publicaciones en los que la Fundacion Chile-España ha participado activamente.
El chileno y el español son, por tanto, dos mercados que se retroalimentan el uno al otro y que tienen muchas interconexiones. ¿Qué cree que se aportan mutuamente ambos lados, a nivel empresarial?
No cabe duda de que Chile ha sido, históricamente, el país más estable entre los países de Latinoamérica. Cuenta con unas instituciones sólidas, transparentes y un estado de derecho claro y confiable, además de contar con una apertura comercial privilegiada hacia el Asia-Pacífico. Por ese motivo era y es uno de los favoritos entre los inversores.
Actualmente España está entre los tres países con mayor inversión acumulada en Chile, con la característica especial de ser la más diversificada entre todas ellas, contar con el mayor número de empresas instaladas, ya que son cerca de 1500, y con vocación de permanencia, ya que en su mayoría son inversiones de largo plazo. El papel de la inversión española a lo largo del tiempo ha sido un factor muy relevante para el crecimiento del país austral, y actualmente sectores como energía, hidrógeno verde, recursos hídricos, digitalización, Smart cities, ciberseguridad, salud, medioambiente e infraestructuras, ofrecen importantes oportunidades de inversión.
Por otro lado, España también se ha convertido en un país muy atractivo para la inversión procedente de Chile y la región latinoamericana, jugando un papel fundamental dado que ejerce «de puente” hacia Europa, el norte de África y Oriente, como es el caso de Emiratos Árabes Unidos, donde España tiene una presencia muy destacada.
Hace ya muchos años que ZERTIOR cruzó el océano para asentarse en Chile. ¿Cómo nos conoció y qué destacaría de la empresa?
ZERTIOR realiza una actividad esencial en la vida de las personas, que es la de prestar servicios globales de la industria del deporte y del entretenimiento. Nos conocimos en el año 2014, cuando ZERTIOR empezó su expansión internacional y contactó con FCE para instalarse en Chile. Desde entonces, sus proyectos allí han ido creciendo considerablemente y hemos colaborado muy estrechamente.
Como primicia, os puedo adelantar que junto a ZERTIOR estamos organizando un encuentro llamado Hangar 360 que se celebrará en Chile en noviembre 2022, y será el primer encuentro para la internacionalización de las Startups españolas y chilenas. Un congreso que busca potenciar la salida a mercados internacionales de los principales proyectos de innovación en sectores de relevancia como energías renovables, turismo, movilidad, TIC (Inteligencia Artificial, blockchain, ciberseguridad…), entre muchos otros. Muy pronto podremos ampliaros esta información.
Precisamente de la mano de ZERTIOR, la FCE desarrolló una serie de webinars temáticos durante la época más dura de la pandemia. ¿Qué enseñanza podemos sacar de esta experiencia?
La verdad es que fue una etapa nueva a la que hemos tenido que adaptarnos rápidamente, pero que ha venido para quedarse. Como todo, tiene su parte positiva y negativa. Por un lado, la gran aceleración de la digitalización y las nuevas tecnologías nos facilitan mucho la forma de trabajar, nos acerca a Chile, y nos ha permitido hacer webinars muy interesantes y trasversales de una manera rápida y fácil. Con ZERTIOR celebramos uno sobre E-sports y Fan Engagement y otro sobre la Industria de la música, que tuvieron una gran audiencia y esperamos seguir realizando muchos más.
Pero, por otro lado, echamos de menos los encuentros presenciales donde el contacto personal y el networking generaban valor a las empresas e instituciones. La gran ventaja de esta situación que hemos vivido es que los encuentros ya son en su mayoría híbridos, y permiten gran flexibilidad.
A nivel general, ¿cómo ve el futuro post pandemia para Chile y España?
Nos enfrentamos a una etapa de transición tras la pandemia, en la que se deben consolidar las bases para una sólida recuperación económica, y donde la cooperación publica privada juega un papel fundamental. Los objetivos deben ser lograr un desarrollo sostenible, solidario, inclusivo e innovador, donde la digitalización juega un papel fundamental, en el mundo postpandemia en general.
En este sentido, Chile se ha propuesto consolidarse como Hub Digital del continente, a través de los despliegues del 5G, cable Humboldt y mercado único digital.
En España creo que estamos bastante avanzados en este sentido, aunque deberemos seguir trabajando en temas como la Inteligencia Artificial, Blockchain, ciberseguridad y Metaverso, que cada vez más forman parte de nuestro día a día.
Volviendo a FCE en sí, este año celebran su décimo aniversario. ¿Qué tienen previsto para conmemorar dicha efeméride y cuáles son próximos planes que nos puedan adelantar?
Para nosotros es un gran logro haber cumplido 10 años desde la creación de FCE en cuyos inicios, tuvimos el enorme honor de ser recibidos en octubre de 2011, por sus Altezas Reales, los Príncipes de Asturias, actuales Reyes D. Felipe VI y Dña. Leticia, en su primer viaje oficial a Chile. Para conmemorarlo como es debido, hemos hecho un logo especial de X Aniversario, un video que recoge los grandes hitos de estos diez años y un apartado especial en nuestra memoria de 2021
Por otro lado, queremos organizar una cena de gala que reúna a todas las personas, entidades y empresas que nos hayan apoyado durante este tiempo y entregaremos 4 premios a las instituciones más representativas con las que hemos colaborado estrechamente en cada una de las áreas de actividad de la Fundación.
A parte, como comentaba más arriba, Hangar 360 servirá para conmemorar el aniversario de FCE en Chile.
En un plano más personal, ¿cuál fue esa “chispa” que encendió su conexión con Chile?
Sin duda que era una enorme oportunidad trabajar con un gran país, con el que existen tantos lazos históricos con España. Y, por otra parte, me atrajo su riqueza cultural, su diversidad geográfica y su exuberante naturaleza.
También fue, durante muchos años, profesora de Derecho Mercantil en la Universidad San Pablo-CEU. ¿Qué recuerda de su época docente?
Tengo un magnífico recuerdo de esa etapa, que compatibilizaba con el ejercicio de la abogacía al principio, y luego con los otros puestos que fui teniendo. El trato con los alumnos y poder compartir con ellos su formación fue enormemente enriquecedor. Guardo relación con muchos de ellos. La pena es que llegó un momento en que el ejercicio de mis otras actividades profesionales era incompatible con los horarios docentes.
Y ya, para terminar, cuando las tareas dentro de la FCE se lo permiten, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Las actividades de la FCE me permiten poder dedicar tiempo a visitar exposiciones, conferencias, cine, ferias de Arte Contemporáneo, teatro… y eso es un lujo, porque forma parte de mis aficiones. Además, practicó la marcha nórdica, me encanta la ópera y la lectura, y formo parte de un grupo de teatro. Pero mi prioridad es poder compartir esos momentos con mi familia y amigos.