Miguel Ángel Hernández, CEO de FinalScore, nos da en esta interesantísima charla varias claves del futuro en el sector del Sports&Entertainment
MARZO | TAGS: Entrevistas, Miguel Ángel Hernández
En primer lugar, ¿quién es Miguel Ángel Hernández?
Pues soy un madrileño de 53 años al que le apasiona la tecnología desde muy joven y que, al contrario que la mayoría de los que están leyendo esta entrevista, jamás pensó trabajar en el mundo del deporte, al que llegué de rebote.
No son pocas las grandes empresas y entidades de las que ha formado parte: Terra, Telefónica, Real Madrid… ¿Qué le ha aportado haber trabajado para estos “gigantes” del sector en el que nos movemos?
Sinceramente, me siento muy orgulloso de haber trabajado en compañías líderes en su sector y que brillan en el CV. Pero, en realidad, lo que más valoro es que me han dado la oportunidad de trabajar con los mejores profesionales y vivir en primera persona diferentes momentos clave: los primeros pasos de internet en España, el auge de las .com o la profesionalización del mundo del fútbol.
Telefónica era un gigante de más de 100.000 empleados que por aquella época estaba transitando hacia la privatización, al tiempo que el sector se liberalizaba y aparecía nueva competencia. Pese a lo que la mayoría pueda pensar, éramos bastante rápidos y valientes innovando. Tras 70 años dependiendo únicamente del cobre y las líneas fijas, de repente hubo que cambiar de mentalidad para ser líderes en telefonía móvil, internet o incluso televisión por IP, que acababan de surgir.
En terra, la experiencia fue totalmente distinta. Creamos una compañía casi de cero y en 2 años teníamos millones de usuarios a nivel mundial. Tuve la oportunidad de viajar por toda América, desde Estados Unidos a Chile, trabajando con mis compañeros de Telefónica de cada país y conocer a referentes mundiales de esa incipiente industria de internet. Una experiencia inolvidable.
Sin duda, esos 2-3 años en terra han sido los que recuerdo con más cariño de mi carrera profesional, no solo por el proyecto, que era apasionante, sino porque hubo alguna especie de conexión mágica con los compañeros de aquella época y 22 años después, seguimos viéndonos y siendo grandes amigos.
Del Real Madrid sorprende la fidelidad de sus seguidores y la tradición de un club que por esa época estaba a punto de celebrar su centenario. Reconozco que me pasé los primeros 6 meses de sorpresa en sorpresa. Frotándome los ojos porque no me acababa de creer las cosas que me pasaban a diario. Tardas un tiempo en comprender lo que supone esa vinculación emocional, esa sensación de pertenencia a una marca y sus valores. Impresionante.
Y ahora está inmerso en el proyecto de FinalScore, que ya va para catorce años. ¿Qué destacaría del tiempo transcurrido y cómo ve su futuro?
Lo cierto es que han sido años complicados: la crisis económica que estalló en 2008, clubes en proceso concursal, recuperación lenta de la economía, COVID, guerra… no hemos tenido muchos años de tranquilidad, pero hemos sido capaces de trabajar en proyectos muy interesantes, desde consultoría a federaciones o a nuevos propietarios de clubes de fútbol, hasta el patrocinio principal de equipos de Primera División, pasando por acciones con deportistas de la categoría de Joaquín o Carlo Ancelotti.
Hemos vivido grandes altibajos externos al deporte, pero que nos afectan como a cualquier otra industria. Sinceramente, tras lo vivido estos últimos años, se me hace muy difícil predecir el futuro. Vayamos paso a paso, prestando mucha atención a lo que nos pueda venir.
Aunque usted siempre ha estado vinculado a las nuevas tecnologías, lo cierto es que el verdadero ‘boom ’del aspecto digital en el deporte o el entretenimiento se ha producido hace no demasiado. ¿Qué potencial tienen nuevos conceptos como el metaverso, las criptomonedas, las NFT o el blockchain en este sector?
Quizás es porque llevo trabajando en internet desde mediados de los 90, pero he visto diferentes “booms” relacionados con el deporte. Ahora parece obvio, pero las webs de los medios deportivos no se lanzaron hasta finales de los 90 y eso significó el punto de partida para la digitalización del deporte.
Aunque si tuviera que elegir, para mí, el cambio radical en deporte vino por las redes sociales y su uso en los móviles. Los seguidores se hicieron reales de la noche a la mañana. Pasaron de ser una cifra (“tenemos 400 millones de seguidores”) a que tuvieran nombre y apellido (o nickname), a poder conocer su opinión y sentimientos respecto al club, no solo cuando viajábamos a Japón y teníamos oportunidad de hablar con ellos en persona. Esto “obligó” a que las entidades deportivas se tomaran en serio lo digital, se abrieran y expusieran frente a sus aficionados. Lo mismo ocurrió con los propios deportistas, hasta ese momento, muy celosos de su intimidad. El deporte no deja de ser un negocio basado en audiencias y las redes sociales fueron un primer paso para ponerles un valor (más o menos) real.
Ahora llega una nueva revolución, que se lleva cociendo a fuego lento unos años, fuera del foco mediático. Personalmente, blockchain como tecnología, me parece lo más fascinante que ha ocurrido en el mundo digital desde la invención de la web y creo que va a suponer un cambio profundo en la realidad que ahora conocemos. No será a corto plazo y probablemente no tendrá nada que ver con las aplicaciones que tenemos ahora. Estamos en los primeros pasos de esta tecnología y queda mucho camino por recorrer.
El potencial es altísimo en todas las industrias. Aunque, por desgracia, el deporte no suele ser de la más innovadora y son reacios a los cambios. Es cierto que ahora vemos muchas empresas cripto entrando en el mundo del deporte, pero únicamente como patrocinadores que buscan un altavoz para dar a conocer sus servicios al gran público.
Tarde o temprano las entidades deportivas tendrán que hacer frente a la demanda de los aficionados y adentrarse en el mundo token, aunque no es una tecnología sencilla y necesitarán expertos capaces de imaginar los servicios del futuro. Se avecinan años apasionantes.
Muchos consideran que el deporte en general y el deporte en particular han perdido su “esencia” con todas estas innovaciones. ¿Cree que es cierto?
Siempre me ha costado comprender la “esencia” del deporte. En la vida todo cambia, evoluciona y se adapta a los tiempos y gustos actuales. Si a lo que nos referimos es a tiempos pasados o valores, no creo que sea algo que se pueda achacar a la tecnología o a la innovación, sino al uso que proponen los que toman las decisiones y regulan el deporte.
La innovación en Fórmula 1 ha traído carreras más divertidas, más emoción, mejores retransmisiones y en definitiva un mejor entretenimiento. Otros ejemplos, como el VAR, provocan parones innecesarios en la acción y parece que quieran acabar con las discusiones post-partido, esas tertulias de bar que alargan la duración del partido de 90 minutos a varios días.
En cualquier caso, mi punto de vista es mucho más radical y sería mucho más innovador porque el deporte es un evento “real” con atletas de alto nivel, pero “humanos” que generan un espectáculo aleatorio, sin guionizar. Sin embargo, tiene que competir de forma injusta con otros formatos, como las series o las películas, que son pura ficción y están diseñados de principio a fin para entretener.
Mbappé es un grandísimo jugador, pero es humano y no vuela. Ni tiene un martillo como el de Thor o una armadura como Ironman. Y tendrá días malos en los que no meterá un gol. Por contra, en las películas de Marvel, siempre ganan lo buenos de forma heroica. Injusta competencia, ¿verdad?
En ZERTIOR somos muy “fans” de su Newsletter semanal. ¿Qué cuenta en ella y por qué deberían suscribirse nuestros lectores?
¡Muchas gracias por leerme todas las semanas y por darme la oportunidad de participar en esta entrevista!
Siempre he dedicado mucho tiempo cada día para estar al tanto de lo que sucede en el mundo de la tecnología en el deporte y las tendencias que afectan a nuestra industria. En un momento dado, durante el confinamiento, pensé que sería positivo compartir con los demás las noticias que veía más interesantes, normalmente añadiendo una corta reflexión muy personal y cercana. Mi intención era únicamente despertar el interés del lector y que cada uno profundice en los temas que considere más interesantes para su trabajo.
No tengo una estructura rígida, así que la voy adaptando a lo que creo que gustará a los lectores en cada momento. De vez en cuando analizo algún tema en profundidad, invito a amigos de la industria o gente interesante con la que me cruzo para que ellos también compartan sus conocimientos y experiencia con los lectores.
Van ya 56 semanas acudiendo puntual a la cita ¡Quién me lo iba a decir!
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Y, hablando de ZERTIOR, ¿cómo nos conoció y que destacaría de su relación con nosotros?
Coincidí con Raúl Respaldiza, César Sanz y Julio Linacero en el Real Madrid, así que mi relación con ellos viene de lejos. La mejor carta de presentación de ZERTIOR se resume en una frase: puedes trabajar tranquilo con ellos. Sabes que son serios, con gran experiencia, profesionales, que se involucran y hacen su trabajo con ilusión.
Más que una buena compañía, son excelentes compañeros para cualquier tipo de proyecto que quieras acometer en el mundo del deporte.
¿Cree que los acontecimientos mundiales más recientes (pandemia, crisis en Ucrania…) pueden jugar un factor determinante en el desarrollo digital y tecnológico del sector o ya es algo “imparable”?
Es algo imparable a todos los niveles y en todos los sectores. Sin ninguna duda. Lo que pasa es que a veces vamos más rápido de lo que deberíamos (acceso de personas mayores a la banca online) y otras no avanzamos lo suficientemente rápido.
¿Cómo desconecta (nunca mejor dicho) Miguel Ángel Hernández?
Uno de los problemas de trabajar en lo que te gusta es que se hace difícil desconectar. Familia y amigos suele ser la forma habitual de apartarse del trabajo.
Soy muy sociable y estos 2 años de restricciones han sido difíciles porque nos han impedido relacionarnos tanto a nivel personal como profesional. Por suerte, parece que poco a poco y sin bajar la guardia, podremos volver a la normalidad.
Cada vez soy más selectivo con las series y películas que veo y normalmente acabo atrapado en algún documental de naturaleza, historia o ciencia. Aunque lo que de verdad me libera es hacer actividades que requieran de destrezas manuales, como dibujar con lápiz y papel. Se me pasa el tiempo sin darme cuenta!
Y, por último, ¿dónde se ve dentro de diez años?
Pues a mí me gustaría verme jubilado, pero lo más seguro es que seguiré dando guerra, metido en mil proyectos relacionados con la tecnología y disfrutando de lo que hago