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Los estadios, en el corazón del negocio

Los estadios, en el corazón del negocio

Japón, México, Chile, Estados Unidos, Rumanía, Reino Unido, Georgia, Italia, Brasil… Y, España, por supuesto.

Aquí una lista rápida de países donde se ubican clubes y propiedades con los que actualmente tenemos abiertas conversaciones en relación con estadios, actuales o futuros. Conversaciones cuyo foco -al menos así es como desde ZERTIOR entendemos la oportunidad- se resume en la palabra negocio. Ello viene a constatar la realidad de una tendencia en la industria que sitúa a los estadios en el corazón del negocio de los clubes, dentro de esa visión de uso de 365 días al año llena de colaterales de ingresos que nada tienen que ver con una explotación tradicional. Cierto es que cualquier proyecto de transformación de un estadio existente o de construcción de uno nuevo requiere de un sinfín de soluciones en ámbitos muy diversos, como la arquitectura, la ingeniería, el urbanismo, etc. Pero todas ellas -importantísimas, sin duda- deben estar siempre al servicio de una visión y de un modelo de negocio que es el que de verdad da sentido y viabilidad a cualquier proyecto. ¿O es que alguien comienza su casa por el tejado?

Si cuando te fracturas un tobillo acudes al traumatólogo o a un especialista en aparato digestivo cuando sientes que tu estómago no funciona como debería, parece claro que si te duele el “negocio” de tu estadio, la mejor decisión es acudir a un especialista. Estaremos también de acuerdo en que lo lógico cuando uno tiene una dolencia es pasar por una fase previa de exploración, pruebas, análisis, etc., cuyo objetivo es tener el diagnóstico adecuado que permita determinar el tratamiento óptimo. Tratamiento que, por cierto, incluso para una misma dolencia no es necesariamente el mismo para todos, porque vendrá condicionado por las particularidades de cada paciente (edad, patologías previas, alergias…). No sé, quizás pueda haber alguien que se autodiagnostique de inmediato y que acuda al cirujano para pedirle que le abra directamente el quirófano, pero si lo hay (yo, desde luego, no lo conozco) me atrevería a decir que “no está bien de la cabeza” y a sugerirle que acuda a una consulta de Psicología o, incluso, de Psiquiatría.

Si te “duele” el negocio de tu estadio, a quien debes acudir es a un especialista en eso: en el negocio de los estadios. No conozco tampoco a ningún cirujano bascular que no haya hecho antes la carrera de Medicina, como también la habrá hecho seguro el ginecólogo, el pediatra o el cardiólogo. Todos ellos tienen un conocimiento completo y general del cuerpo humano y “superespecializado” en el ámbito concreto de su especialidad. Un estadio sería el equivalente a esa mencionada especialidad; el club y toda su actividad, dentro de ese ecosistema de negocio del que el estadio forma parte, serían el equivalente al cuerpo humano. Al igual que todos los órganos del cuerpo humano están interconectados entre sí y no es posible actuar responsablemente sobre ninguno sin entender bien esas interconexiones y las consecuencias sobre el conjunto de cualquier intervención, del mismo modo todas las piezas del ecosistema que conforma la actividad y el negocio de un club de fútbol (identidad, marca, aficionados, rendimiento deportivo, derechos de retransmisión, matchdayticketing, patrocinios, retail, eventos, responsabilidad social…) forman parte de una unidad que es imprescindible entender en su conjunto. Quienes están en el día a día de la gestión de un club de fútbol -yo lo estuve durante varios años en el que es posiblemente el club más importante del mundo- saben perfectamente de lo que hablo: al mover una pieza, las otras lo hacen también.

Cada vez tengo más claro que en ese conocimiento y experiencia está nuestro valor y donde radica nuestra principal diferencia. No solo entendemos perfectamente -perdón por la falta de modestia- el negocio de los estadios, sino también el negocio de ese ecosistema que se llama club de fútbol, del que el estadio es una de sus piezas. Por tratar de contrarrestar la percepción de falta de modestia que mi afirmación anterior haya podido generar, diré que esa convicción no se basa en pensar que somos más listos que nadie, sino en llevar en esto muchas horas de vuelo, con más de 25 años de medicina general y de medicina “hiperespecializada” en estadios a nuestras espaldas.

Por cierto, nuestra responsabilidad como médicos nos obliga a estar permanentemente al día y en el estado del arte en cuanto al conocimiento de las mejores soluciones que existen a nivel de tratamientos, fármacos, tecnologías aplicadas al diagnóstico… Y ahí entran precisamente todas esa soluciones técnicas al servicio del negocio a las que aludía al principio. En ese camino nos hemos encontrado con SENER y con una solución de ingeniería absolutamente innovadora y revolucionaria (Epigea) que convierte cualquier estadio en un verdadero arena 365, y que ya está siendo objeto de análisis en rincones muy diversos del mundo. Eso sí, analizando y entendiendo en todo momento las particularidades de cada paciente para ofrecerle siempre la mejor solución de negocio. Porque, como decía al principio, la ingeniería está siempre al servicio del negocio, no al revés.

Como decía mi madre -no hay ni un solo día en el que no me acuerde de ella-, la salud es lo más importante. Así que, ya sabes, ¡cuídala!

Foto de Mitch Rosen en Unsplash