

TABACO Y DEPORTE: AQUELLOS LEJANOS AÑOS
La industria del tabaco llegó a ser un pilar fundamental en algunas disciplinas deportivas
Hay quien incluso puede que no se acuerde, pero los que ya llevamos unos años en este mundo recordamos perfectamente aquella época en la que la publicidad de marcas de tabaco era algo muy habitual no sólo en la calle, sino en prácticamente todos los eventos de envergadura, especialmente los deportivos.
Obviamente, y siendo este un tema delicado, no vamos a entrar en juicios de valor, ya que este blog no tiene en ningún caso ese objetivo. Lo que vamos a hacer es una retrospectiva de lo que en su día fue una de las principales fuentes de ingresos de muchos sectores dentro del deporte… y que dejó imágenes imborrables.
Pero empecemos por el final: en el año 2005 la Unión Europea decidía prohibir su publicidad en todos los soportes, desde una marquesina hasta por supuesto un coche de carreras que compitiera en suelo europeo. Poco a poco, y después de moratorias, aplicación de la normativa en otros países (en China y Mónaco la prohibición no llegó hasta 2008) etc., se hizo imposible ver un logo de Lucky Strike o Winston en un lugar público.
Hasta entonces, estas compañías habían reportado cantidades ingentes de dinero con sus anuncios. Un dato de 2005 arrojaba que la industria del tabaco invertía en España cada año 78 millones de euros en publicidad, cifra que evidentemente se redujo drásticamente en los años posteriores.
Esa inversión era aún mayor en ciertos sectores específicos en los cuales las marcas de tabaco veían que podían sacar mayor partido a su imagen, siendo el paradigma de la misma la Fórmula 1. Desde que esta competición comenzó a copar portadas en todo el globo, las tabacaleras vieron un filón para potenciar su comunicación, y prácticamente todos los monoplazas llevaban los colores de alguna marca de cigarrillos.

Rothmans, Gauloises, John Player Special o West son solo algunos de los ejemplos de nombres que aparecían en los laterales o el alerón de los bólidos, siendo incluso sus colores corporativos los que decoraban las carrocerías. Benson & Hedges “prestó” su color amarillo a los Jordan durante años, pero gracias a su inyección económica la escudería, pese a ser de perfil bajo, contó en sus filas con pilotos de la talla de Damon Hill o Giancarlo Fisichella… que incluso ganaron algún Gran Premio. Porque está claro que si invertían no era sólo para que pasearse, lo hacían para ganar.
En todo caso, si hay una marca de tabaco que todo el mundo asocia con la Fórmula 1 es sin ninguna duda Marlboro. La firma de Phillip Morris lució durante toda la etapa triunfal de Michael Schumacher en Ferrari, y muy pocos lo saben pero aún hoy siguen inyectado dinero en la Scuderia. El logo de Marlboro ya no aparece en las flechas rojas, pero el paddock sigue siendo un lugar ideal para hacer negocios y no hay escudería más mítica que la italiana, así que el beneficio llega por otro lado.
Pero esto es sólo una excepción, ya que el resto de marcas han desaparecido completamente de todas las competiciones (no nos olvidemos que durante años también fueron un pilar fundamental para el mundial de motociclismo). Como decíamos, ahora sólo nos queda echar la vista atrás y rememorar con cierta nostalgia los años en los que Camel o Mild Seven coloreaban los circuitos de todo el mundo.
Una época menos sana… pero sin duda espectacular.
