

#SomosLaPalma
Nuestro CEO, Raúl Respaldiza, reflexiona sobre el volcán de La Palma y la necesidad de no abandonar a quienes lo han perdido casi todo
A todos nos han sobrecogido las imágenes del volcán de La Palma, expulsando de manera incesante esa lava que, a su paso, no entiende de sensibilidades. Destructiva, sigue asolando sin piedad las propiedades, los sueños y las vidas de miles de palmeros. Por mucha empatía que podamos sentir al ver esas imágenes, no podemos hacernos ni la menor idea del sufrimiento de todas esas personas. Repito, ni la menor idea. En los medios de comunicación he podido ver o escuchar alguna entrevista a algunos de ellos. En algunos casos, su entereza al hablar me descoloca. En otros, su desolación me conmueve.
No sé muy bien qué le está pasando al mundo -o qué le hemos hecho- para que en los últimos meses estemos asistiendo a acontecimientos naturales que no estaban en la mente de nadie. Del Covid, ni hablamos. De “Filomena” pronto hará un año. Seguramente nadie recordará a “Filomena”, tan destructiva como este maldito volcán. Es más, para muchos es ya sólo un recuerdo maravilloso de un Madrid “de cuento” tomado por la nieve. Pero lo cierto es que se llevó cuatro vidas por delante. Cuatro vidas, que se dice pronto. En La Palma, la tragedia ya se ha llevado una para siempre, a la vez que cambiado -confiemos en que, en este caso, no para siempre- la vida de otros miles de personas, que ven el futuro con la angustia de quien lo ha perdido todo.
En ZERTIOR sentíamos la necesidad de poner nuestro “granito de arena” para acompañar a esa gente. Fue “nuestro” César –“al César lo que es del César”- quien pensó que no había mejor modo de ayudar que a través de una de las cosas que mejor sabemos hacer: organizar partidos de fútbol. La enorme sensibilidad del Real Madrid y de su Asociación de Ex Jugadores hicieron el resto, encontrando en el CD Tenerife el compañero de viaje perfecto y natural para este partido, que cuenta ya con el apoyo de todos.
Será en el Heliodoro Rodríguez López el 17 de diciembre y enfrentará (qué palabra más absurda) a los equipos de Leyendas del Real Madrid y del Tenerife. Y ahí estaremos también nosotros tratando de dar lo mejor para ayudar a tanta gente. Siendo sinceros, el dinero que se recaude, aunque seguro que importante, poco paliará su dolor y su angustia. Porque lo verdaderamente importante, más allá de esta solidaridad de todos, es que las instituciones públicas no se olviden de ellos cuando el calor de la lava se haya enfriado y no haya ya tantas cámaras de televisión cerca. Confiemos en que eso no suceda.
Por cierto, César, gracias por ser tan buen “tío”. Ah, y al taxista que se saltó un semáforo hace unas semanas, llevándose por delante la moto en la que ibas y dándose a la fuga sin ni siquiera atenderte, todo mi desprecio y la fuerza de la ley. Te echamos mucho de menos, compañero. Pero pronto estarás bien y con nosotros.
Brindo por la buena gente. Por ti. Por La Palma.
Imagen: UME