

LOS BENEFICIOS DE SER UN CLÁSICO
El Clásico: todos los datos económicos que te interesará saber
La importancia del fútbol a nivel mundial está fuera de toda discusión. Basta con echar un rápido vistazo a los datos económicos que arroja este deporte para darnos cuenta de que estamos ante uno de los negocios más importantes que existen. Pero empecemos con un ejemplo para ilustrarlo, extraído de los datos del Centro de Derecho y Economía del Deporte de Limoges: En la Eurocopa de Francia de 2016, uno de los últimos grandes eventos con el fútbol como único protagonista deportivo, el impacto económico fue de 1.220 millones de euros.
Que un torneo que reúne a 24 equipos y se disputa sólo durante un mes genere esas cifras nos da una pista de lo que puede producir esta industria cada año, con todas las Ligas profesionales y los clubes que ellos lo componen. De hecho, según un informe de Deloitte, sólo las cinco grandes Ligas europeas generaron un ingreso de 12.000 millones de euros en la temporada 2014/15.
Todo este movimiento de dinero se debe sobre todo a que los mejores jugadores del mundo juegan en esas competiciones, así como los equipos con más historia y seguidores. Pero hay un partido en el que todas estas variables se concentran de una manera especial, y ese es “El Clásico”. El Real Madrid-Barcelona.
Ambos conjuntos son, junto al Athletic de Bilbao, los únicos que nunca han descendido de categoría en el fútbol español, y su rivalidad va más allá de lo deportivo. Sus enfrentamientos en Liga, Copa o Champions se siguen masivamente y casi todos los aficionados al fútbol en general tienen en mente varios momentos “históricos” relacionados con El Clásico.

Asimismo, ambos clubes cuentan entre sus filas con los mejores jugadores del mundo. Sólo citando a los seis jugadores de ataque de las dos plantillas (Messi, Neymar, Suárez, Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo) nos damos cuenta del valor que pueden generar por sí solos… y de cómo se multiplica al estar todos juntos sobre el mismo terreno de juego.
El último “Clásico” se disputó hace poco más de un mes, y el Sports Business Institute de Barcelona hizo un estudio sobre el impacto económico de dicho partido. Las cifras son más que sorprendentes.
El informe comienza analizando el total de ingresos que Real Madrid y Barcelona obtuvieron durante el año 2016, siendo en cada uno de los casos 620 millones de euros. Exacto, 1.240 millones de euros entre los dos. Partidos y eventos (129 millones los merengues y 121 millones los blaugrana), venta de los derechos televisivos (228 millones los madridistas y 203 millones de los culés) y marketing (296 millones para los catalanes por 263 millones para los madrileños) son las parcelas de las que más beneficios se obtienen, aunque por supuesto siempre hay otros elementos indirectos no reflejados y que hacen que la cifra pueda aumentar algo más.
Ambos equipos han llevado a cabo un proceso de internacionalización que les ha hecho aumentar de manera exponencial sus ingresos en casi cualquier rincón del mundo. EE.UU. y China han sido dos de los países en los que más hincapié ha hecho el Fútbol Club Barcelona, con la apertura de varias academias, oficinas y visitas de sus delegaciones a ambos países con cierta frecuencia.
Todo ello, unido a la mayor explotación y aprovechamiento de las nuevas tecnologías audiovisuales, arroja una curva ascendente en los ingresos procedentes de los medios de comunicación que, en el caso del Real Madrid, ha pasado de 66 millones de euros en 2003 a 228 millones en 2016 (203 millones en el caso de los blaugrana).
La Liga tiene un impacto directo en la economía del 0,69% del PIB e indirecto del 1,27% en ese mismo indicador. Y de esto, la suma de los ingresos de Real Madrid y Barcelona supone un 0,11% del PIB en el año 2016. En otras palabras, 1,11 euros de cada 1.000 que produce la economía de España los generan Real Madrid y FC Barcelona.
Unas cifras nada desdeñables, que no hacen sino dar la razón a los que piensan que el fútbol es mucho más que un deporte… y muy beneficioso para el desarrollo económico de un país. Así que no debemos escandalizar si “se paraliza todo” cuando se disputa El Clásico.