Ibai, Piqué, la Copa América y Twitch: un cóctel disruptivo

Es difícil que, al hablar de disrupción, uno se imagine a una persona. Es más probable que, como adjetivo, se use para referirnos a algo más abstracto, como una idea disruptiva o un concepto disruptivo, pero no tanto a una persona. Sin embargo, cuando hablamos de Gerard Piqué, quizás podríamos tomarnos esa licencia. Es un futbolista que, aún en la flor de su carrera, ya había montado unos cuantos emprendimientos que tienen que ver, casi todos, con el deporte y el entretenimiento, y que ahora, ya con menos recorrido futbolístico por delante, continúa con esta costumbre: un videojuego ‘fantasy’, una liga de fútbol virtual -la eFootball.Pro- que utiliza el PES como juego, Kosmos Tenis, con la que se hizo con la organización de la mítica Copa Davis, no sin recelo de muchos sectores, Kosmos Studio y, también, Kosmos Football que, hasta ahora, se había centrado en la gestión del Andorra FC.

Piqué no crea o compra hoteles, marcas de ropa, centros capilares u otro tipo de proyectos en los que no hace falta su presencia más allá de la foto, sino todo lo contrario. Da la sensación de que le gusta apostar por proyectos en los que se pueda involucrar a nivel personal. Le gusta meterse en el barro y, desde esa mentalidad, ahora ha dado otro paso que se resume en una foto:

Por si a alguien -raro a estas alturas- no le suena de nada, el de la izquierda es Ibai Llanos, el ‘streamer’ número 1 en España, uno de los más seguidos del mundo y otra de las personas para las que podríamos usar el adjetivo “disruptivo” sin temor a equivocarnos. ¿Y qué hacen Piqué e Ibai Llanos juntos? Pues, entre todas las cosas que hayan hablado y que nunca sabremos, hay una de la que ha quedado evidencia, ya que el ‘streamer’ vasco está retransmitiendo todos los partidos de la Copa América en “abierto” a través de su canal de Twitch.

¿Qué acuerdo hay entre ellos detrás de este movimiento? No lo sé, pero algo se puede intuir. De lo que sabemos, esta unión se ha centrado en adquirir los derechos de retransmisión de la competición sudamericana, aprovechando la falta de interés de las grandes cadenas (actualmente en España sólo retransmite los partidos TV3 en Cataluña y también he visto alguno en la TV Gallega), que son quienes podrían llegar a pagar una buena cantidad por ellos.

Hasta aquí, quizás la disrupción haya pasado desapercibida para un lector o lectora que no está muy metido/a en estos temas, porque si bien es cierto que Ibai estaba haciendo algo parecido con LaLiga, es la primera vez que un ‘streamer’ lidera una retransmisión, que casi se podría llamar “oficial”, de un gran torneo de fútbol -y no de un solo partido ni como comentarista para una gran ‘property’- en el que juegan nada menos que figuras del nivel de Messi, Neymar, Luis Suárez, James Rodríguez o Arturo Vidal, entre tantos otros. Si esto no es disrupción…

Más suscriptores, más ingresos

¿Qué puede llevar a Ibai a querer trasnochar hasta las 4 de la mañana? Amén de los acuerdos económicos y los intercambios que hayan hecho entre ellos con la Copa Davis -se comenta que el ‘streamer’ vasco dará visibilidad también al torneo de tenis-, como comentaba, Ibai es uno de los líderes mundiales en lo que a streaming se refiere y su idioma, evidentemente, es el castellano. Por otra parte, sabe que en Latinoamérica, más allá de la incipiente pasión por los videojuegos -que es su origen y por lo que los usuarios solían seguirlo hasta no hace mucho-, la gente es muy futbolera, por lo que este movimiento puede hacerlo llegar a una audiencia mucho más grande.

¿Y por qué es tan importante que desarrolle su audiencia? Fácil: cuanta más gente se conecte a su canal, mayores serán sus ingresos, ya que Twitch brinda 4 vías de monetización:

1. Abonados de pago mensual, que pagan una cuota que varía entre los diferentes territorios y que se reparte al 50% entre el creador del canal y Twitch (en el caso de los canales menos exitosos, sólo el 30% va para el canal).
2. Donaciones, que hacen los propios usuarios a un canal concreto, importe que va directamente a la cuenta del dueño del canal.
3. Publicidad. Si no estás suscrito a tu canal favorito, antes de acceder al contenido que quieres ver, la plataforma te enseña un anuncio. Parte del dinero que el anunciante ha pagado para estar ahí se comparte con el canal.
4. Patrocinios y marketing de afiliación. Un ‘streamer’ puede cerrar un acuerdo con cualquier marca para crear un contenido en su canal que tenga que ver con su producto o cerrar acuerdos de afiliación, mediante los cuales incentivar la compra de un determinado producto y quedarse con un margen por cada venta.

En este contexto, que Ibai haya liderado en audiencia -y sólo por poner UN ejemplo- sobre todos los directos del 27 de junio pasado, cuando comentó el Brasil-Ecuador y el Perú-Venezuela, no es un dato menor, más allá de que, siendo sinceros, esta retransmisión ha quedado segunda, justo detrás de otra suya que hizo en un torneo de Pokémon, según se recoge en este artículo de Movistar eSports.

El costado ‘phygital’ de la acción

Por si todo esto fuera poco, la acción no se queda aquí, sino que hace unos días nos hemos encontrado que, gracias al apoyo de un tercer partner, este evento que, a priori, iba a ser puramente digital, tendrá su vínculo con la vida real. Y es que la final de la Copa América se va a retransmitir en directo desde Portaventura, como el propio parque de atracciones se ha encargado de anunciar en su canal de Twitter:

Como se especifica en el mensaje, será un evento en el que no cabrán todos, pero me imagino que habrá bastante demanda por ir a pasar un día con Ibai a Portaventura y, si además te interesa alguno de los equipos finalistas, apaga y vámonos.

Un acuerdo para la historia

Terminando ya -que cada vez que me pongo, me pongo-, sé que hay mucha gente a la que este tipo de cosas le van grandes y que, en el mejor de los casos, lo aceptan sin intentar entenderlo. Y es que, lo aceptemos o no, los hábitos de consumo de la gente joven distan mucho de aquéllos con los que hemos crecido los que no somos ‘millennials’ -incluso los que, como yo, nos hemos quedado a las puertas de serlo-. Hasta me atrevería a decir que muchos que sí pertenecen a esta generación tampoco lo entienden.

Desde mi punto de vista, esta acción representa un verdadero acuerdo para la historia del fútbol. Es cierto que se aprovecha de una coyuntura en la que es un torneo que no despierta el interés de grandes cadenas habituales, y que este formato ya se aplicaba en otros sectores como el ‘gaming’, pero para el fútbol, “el deporte rey”, es todo un paso adelante en la dirección hacia conectar y adaptarse al que será, sin dudas, el ecosistema futuro.

Eso sí, más allá de lo novedoso y disruptivo del acuerdo, he de reconocer que he tenido una gran decepción al día siguiente de un partido de Argentina -que por si alguien no lo sabe, es mi país natal y los colores de su bandera convierten en albiceleste mi corazón futbolero-, cuando me desperté sin ver el resultado, fui a buscar el partido al canal de Ibai, como para verlo en diferido sin saber el resultado, y no lo encontré. Al parecer, las retransmisiones no se quedan guardadas para que uno las pueda ver cuando quiera como sí pasa con otro tipo de contenidos. En fin, todo se andará.