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La nueva normalidad de la música en directo
La música en directo vuelve, poco a poco, a la normalidad. Pero, ¿cómo estamos de cerca de volver a vibrar en un concierto lleno de gente?
No era difícil intuirlo, pero, una vez cuantificada, es más palpable la catástrofe que ha supuesto la pandemia por coronavirus para la música en general y para los conciertos y los espectáculos en vivo en particular. La Asociación de Promotores Musicales ha publicado recientemente su Anuario de la Música en Vivo 2021, en el que podemos observar el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en el sector.
El primer dato que nos llama la atención, por muy obvio que sea, no deja de ser duro: en 2020 se celebraron aproximadamente 12 mil conciertos, un 87% menos que el año anterior. Un descenso sin precedentes, que ha tenido su reflejo en los beneficios por la venta de entradas, casi un 64% menos que en 2019. Unas cifras que podrían haber sido incluso peores, ya que se vieron atenuadas por los excelentes números de enero y febrero, meses en los que hubo récord de facturación.
Las restricciones de aforo hicieron mella, y de qué forma, en el número de espectadores en conciertos o festivales. Dos millones en 2020, por los más de 21 millones que saltaron y bailaron frente a un escenario solo un año antes. Ahora bien, todos esos incondicionales de la música en directo que llevan meses en blanco, seguro están contando los días que faltan para vibrar de nuevo con sus grupos favoritos. Pero, ¿cómo de cerca está la recuperación, en todos los sentidos, de la música en vivo?
Toma de contacto en Barcelona
Vamos a tomar en primer lugar, como referencia, la prueba piloto que se hizo en el mes de marzo con el concierto de Love of Lesbian en Barcelona. En esa ocasión, 5.000 espectadores con mascarilla y test de antígenos negativo, pero sin distancia física, se dieron cita en un recinto cerrado para saber si era posible replicar esta fórmula en un futuro. Y los datos así lo han corroborado: tras el concierto solo se detectaron seis contagios, de los cuales cuatro no se habían producido allí.
Muy buenas noticias, desde luego. Sin embargo, y según cree Ángel Méndez, Business Development Manager en la ticketera Onebox, difícilmente podrá replicarse a gran escala, ya que “requiere de una gran infraestructura y no sé si los costes se pueden soportar”. ¿Quiere eso decir que nos tengamos que despedir, otra vez, de la música en directo? Ni muchísimo menos. “Este verano habrá conciertos con accesos numerados. Y aunque difícilmente se harán festivales multitudinarios, si los habrá de varios días, como las ‘Noches del Botánico’ de Madrid”, considera Méndez.
Una opinión compartida por Julio Linacero, Director Comercial de Zertior, y muy ligado al mundo de los eventos con la música en directo como protagonista: “Poco a poco vamos notando, por los diferentes players de la industria, que el sector está remontando y que cada vez se van confirmando más conciertos. De hecho, algunos que se suspendieron durante los meses más complicados de la pandemia ya tienen fecha para este año o el que viene. Lo más importante ahora es que se cumplan todas las medidas; la cultura es segura y no podemos tirar por la borda todo lo que se ha sufrido para llegar hasta aquí.
En esa misma línea se mueve Víctor García, Director de la Agencia de Management ‘Cuatro Gatos’, en la que están entre otros, el mítico grupo Los Secretos, quien cree que “poco a poco irán aumentando los aforos, en paralelo con la vacunación y con los índices de contagios. Empezaremos con una media de 800 personas para arrancar el verano, y terminaremos en unas 2.000”.
Con estos parámetros, García sí que considera planteables festivales “multitudinarios” en julio o agosto. Como ejemplo nos señala el calendario del WiZink Center, que “ya está empezando a dar pasos en esta dirección, metiendo a 5.000 espectadores sobre un aforo de 14.000”. Deja muy claro, eso sí, que “habrá mucha seguridad, mucho control con las mascarillas, la temperatura…”.
La gran pregunta aquí es, ¿durante cuánto tiempo? Víctor García lo tiene claro y considera que “vamos a tener que convivir con ello durante unos meses, pero de cara al año que viene veremos mucha mejoría. Es más, la música va a ir muy de la mano de fútbol. Cuanta más gente vaya a los estadios, más lo hará a su vez a eventos musicales”.
Un pasado (reciente) dramático
Aunque el sector ahora comienza a remontar, García no se olvida de los duros momentos que, parece, van quedando atrás. “Indudablemente, los conciertos no son tan rentables como lo eran antes de la pandemia, pero al menos ya son ‘dignamente suficiente’. Aunque sí es verdad que todos esperamos que mejore la situación, porque nuestro principal objetivo es dar trabajo a un sector que lo ha pasado muy mal”. Es imprescindible destacar, como nos recuerda, que “a técnicos, músicos… se les ha reducido el trabajo y, por tanto, los salarios. Tampoco han tenido otros recursos, como trabajo de estudio o grabación de discos, ya que también ha estado parado”.
Y es que, haciendo balance de todo este tiempo, el Director de Cuatro Gatos observa un efecto “valle”: “Después del primer confinamiento salimos con mucha fuerza; el verano no fue mal, adaptados a las circunstancias, pero trabajando bastante hasta Navidad. Sin embargo, el inicio de 2021 ha sido duro, más incluso que el propio 2020. Hemos facturado muy poco, la gente ha tenido más miedo, y la segunda y tercera olas han pasado más factura que la primera”.
Por fortuna, todo, hasta lo malo, tiene un final, y el de esta crisis parece estar ya a la vuelta de la esquina. Víctor García está convencido de que los ciudadanos están deseando volver a conciertos y, por ende, de recuperar su vida: “La gente lo que quiere no es ir a un concierto o a tomarse una caña. En realidad, lo que echa de menos es la normalidad”.
Una normalidad que, durante unas semanas, vendrá marcada por el mantenimiento de algunas medidas como las mascarillas. Elemento que ya se ha convertido en inseparable y que, según nos comenta García, influye de manera directa en los conciertos, ya que “cuando la gente hace coros de una canción, la frecuencia de sonido cambia”.
La música, un bien social
Es, por tanto, la “segunda venida” de la música en vivo. Según nos cuenta Víctor, en ese primer concierto de Los Secretos para los sanitarios después del primer confinamiento”, se dio cuenta de “que la música podía aportar mucho más de lo que podíamos imaginar. Para que a la gente se le pasara el miedo, que había mucho; y nuestra sensación fue que se hizo un bien social”.
Es difícil darse cuenta de lo mucho que echas de menos una cosa hasta que la pierdes, y eso es lo que nos ha pasado con la música en vivo. Sin embargo, volverá. Y, a modo de cierre, Víctor García solo pide “que volvamos a ser normales. Que no tengamos miedo a convivir con los demás. Teniendo las medidas de seguridad que debemos tener, no debemos perder ese impulso de ser “socialmente humanos”. De podernos juntar y compartir un buen momento, una cerveza o una buena canción”.
Que así sea, y que lo celebremos frente a un escenario.
Photo by Nainoa Shizuru on Unsplash